martes, 17 de febrero de 2009

A Don Miguel


Tú que todo lo diste
Rompiendo tu corazón
Tú que todo lo entendiste
Y te quitaron la razón

Sabes rectificar sin enrojecerte
De lo que otros te dicen traidor
No son más que cuerpos inertes
Simples veletas sin honor

Quijotesco con orgullo
Defensor de su verdad
Lucho contra molinos
Con la palabra y nada más

Amante de Salamanca
Un búho experto en el saber
Divaga por la carretera de Zamora
Con su ciego escudero siempre fiel

La muerte siempre fue enemigo
Al que mucho pudiste temer
La tristeza al final de tu vida
No te pudo sostener

Luchador de la vida diaria
Terco vasco de aguda voz
Venciendo y convenciendo
Maestro como vocación

Unamuno para siempre
En la gloria del Señor
Aquel que a veces existió
Y a veces no