sábado, 26 de diciembre de 2009

Son cuatro... Los atormentados.


Ya somos cuatro los atormentados en mi lista, cuatro seres humanos que viven en constante agonía (lucha en griego) ya somos cuatro los que tropezamos con piedras que no hay en el camino, pero que sólo los cuatro las vemos.
Jéronimo: Maestro del pensamiento, ejemplo de luchador. Gran conversador, excelente en el debate.
Oscar: O el hombre sin disfraz, todo sentimiento, duda, sinceridad, Un ejemplo de ciudadano en una ciudad perfecta.
Isaac: Aventurero, hombre sin fronteras, de sus experiencias nutre nuestras vidas, de su soberbía ante la vida y su valentía rellena nuestros corazones. Siempre en constante aprendizaje.
Yo: Aún no sé quien soy.

Más cerca de Soseki que de una barra de bar


No sé muy bien que voy a escribir, sólo tenía esta frase en mi interior, y pese a las personas que me han rodeado este fin de semana son de grata presencia, yo, realmente no estaba para ellos. Ando en otra época, por llamarlo de algún modo, me hallo ante una época de recogimiento en mí mismo. El día jueves 24 de diciembre, la madre de mi sueño en vida, me regaló un libro, esta vez, no era un libro de los que suelo tener en mi lista de peticiones, era el nuevo libro de Sánchez Dragó, este personaje tan polémico como inteligente. En realidad, era un libro que me apetecía degustar, digerir. Después de cenar en familia, salí a tomar algo, a charlar, a disfrutar al fin y al cabo, pero yo no estaba allí, no me encontré, no conseguí disfrutar de las miradas de esos jóvenes extrovertidos, cada cual con su pensamiento, cada cual con su tema, con sus palabras. Sentí la rabia en mis sienes, sentí el frío en mi nuca, sentí mis pensamientos ahorcándome el corazón. Después, fuimos a una de estas discotecas donde la música te revienta los tímpanos, y el alcohol fluye más rápido que cualquier río, pero no me sentía yo, no sentía la música de los éxitos de hace años, no sentí a Extremoduro cuando realizaba una oda a salir de fiesta, a beber, al rollo de siempre, a meterse mil rayas... No sentí que aquel era mi sitio, mi lugar y mi momento, sentí la eterna soledad rodeada de gente, la impersonalidad de los ligues de medianoche. Sólo tenía un mensaje en mi contestador: "Más cerca de Soseki, inmortal y tigre que de una barra de bar"

domingo, 13 de diciembre de 2009

El paseo de la tristeza


Dormías cuando yo salí de la habitación
Y realmente no sabía dónde ir
Todo estaba oscuro y lleno de cansancio
En los confines de esta vida tan perra

Andaba por las calles que desiertas despertaban
Miraba a la gente que a trabajar marchaba
Apenada por su monotonía diaria
Y una respiración llena de sueños rotos

Que miseria se despliega en los ojos
De cada niño que crece
Cuando la inocencia les es extirpada
Para no volver nunca jamás

“Confórmate con lo que tienes
Todo podría ser peor”
Pero mis lágrimas interiores
No atienden a ninguna razón

Cuando por fin rompe a llover
Y limpia las calles de pisadas desgraciadas
De almas fatigadas por el esfuerzo
En los charcos reflejado momentos inciertos

Sigo andando entre la lluvia
Desmenuzando los problemas
Echando raíces en unión con la naturaleza
Es la esperanza que me queda

El tiempo eficaz


Paseamos por lugares inexplicables
Llenas las ventanas de macetas de colores
Que dan luz y esperanza al que olvida
En botellas de vino vacías

También hay marihuana
Que acoge demasiadas miradas
Miradas que quieren convertirse en paladar
Y poder volar a un mundo más particular

El viento recorre nuestros cabellos
Que se llenan de tierra y caricias
Que por las noches nos damos después de la ducha
Inyectando morfina a nuestra alma podrida

Café


Vasos de café vacíos
Con intentos de pensamiento
Logrando mezclar palabras
Como azúcar en un cortado

Sigo moliendo mi cabeza
Buscando soluciones a golpe de cuchara
Soluciones que me tranquilicen
Y me llenen el estómago de algo calentito

Nuestro amor, tan nítido como el humo
Sale dando vueltas de campana
Salta para saludarnos
Y guiñar un ojo

Este amor mezclado al gusto
Agitado a placer
Tan solo nos queda la corazonada
De días tras día tomarnos nuestro café

Nuestro café eterno
De miradas cómplices
De manos entrelazadas entre noticias de radio
Y camareras como maestras de ceremonia

lunes, 7 de diciembre de 2009

Conversación


Ayer, la chica que ocupa mi vida, mi tiempo y mis pensamientos, me pregunto:
-Pero ¿Por qué te creas problemas irreales? Sufres por cuestiones que ti realmente no te incumben, te metes en guerras que te creas.
Yo me quede en silencio, y tras unos instantes respondí.
-Esto se trata como en la forma de andar, hay personas que caminamos arrastrando los pies, con lo cual, no pudiendo evitar andar de otra forma, nos tropezamos, y si por un tiempo intentas levantar más las piernas, siempre hay instantes en que te olvidas y te vuelves a tropezar, luego hay otras personas que andan levantando bien las piernas y no se tropiezan ¿Cuál es la forma correcta de andar? Seguramente con las piernas levantar, pero esto son cosas que no se eligen,

Después, seguimos conversando acerca de nuestro amor.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Hoy voy a pensar en ti.


A falta aún de quince días para las famosas fiestas navideñas, donde el consumismo y la falsa felicidad se hacen latentes en gran parte de la mediocridad ciudadana, ya veo calles adornadas, balcones iluminados con lucecitas y Papa Noel subiendo por una pequeña escalera.
Todo ello, trae a mi mente la absoluta soledad que se incrementa proporcionalmente a como las grandes familias se juntan. Aquellas personas que no tienen familia, ni alguien alrededor que piense en ellos, esa cotidianeidad con la que tiene que sobrevivir con todo esta gran farsa. Yo por mi parte, les rendiré mi especial homenaje, que no es otro que el de los paseos en la oscuridad.

Chucho malherido


"Y quiero que sepas, que no es la mala vida, la que me mata, que no; que es la vida entera, toda, toda ella"

jueves, 3 de diciembre de 2009

El destino


El destino es ese inevitable sitio donde acaba nuestro camino, donde irrevocablemente lloramos la eterna nada, la soledad infinita, el tiempo perdido. De nada vale los lamentos de los sueños no realizados.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Perdición


Las lágrimas que oxidan mis mejillas
Pertenecen a un tipo de realidad
Que aunque es ajena a mí
Me daña y me crea heridas difíciles de cicatrizar

Paseé mi pena por la ciudad
Arrastré por el fango mi voluntad
Escupí a mi fe
Y aún así, nada iba bien

Escuchando los chillidos estridentes de mi conciencia
Que dicta sentencia en todo aquello que me anega
Y me hace sentir inútil en los momentos prácticos
Que esta vida presenta sin avisar

Será que no sirvo para la monotonía
Que mi mente segrega aventuras que nunca viviré
De sueños que año tras año se marchitan sin yo tener nada que hacer
Y siento la losa del muerto en vida