miércoles, 2 de septiembre de 2009

LA LUZ AL FINAL DEL TÚNEL. Preceptos para una vida más sosegada.


Tras tener unas semanas de destrucción masiva, de interiorizar los problemas ajenos en mí, de torturarme, triturarme, hoy por fin, logré salir de esta espiral de odio absoluto.

-Las cosas que ocurren en el exterior de mí, no deberán afectarme lo más mínimo, miradlo como algo natural en la condición humana. La sociedad es como es, podrida e ignorante.

-Valorar las distintas cosas que me brinda la naturaleza, valorar a las personas cercanas, aquellas que me tengan aprecio y que me quieren por como soy.

-No sentir como una losa actividades que hay que realizar de forma obligatoria, ya que es imposible borrar tareas como trabajar, las labores del hogar y las relaciones sociales. Tomar la determinación de no sentirse desdichado, realizarlo con seriedad, manteniendo la tranquilidad, como si de un ejercicio se tratara, solo de ese modo, alcanzaré un estado sin sobresaltos.

-Meditación durante veinte minutos al día.

-Guiarme de la necesidad en mi lectura.

Como bien charlaba hoy con el maestro. Ser uno mismo prozac, proporcionarse tranquilidad. Esto deberá servirme para mejorar sustancialmente en los estudios, en mis pensamientos, por que logrando la tranquilidad, lograré encontrar la razón.

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