domingo, 9 de mayo de 2010

De batallas y lágrimas


Después de la primera refriega, nos encontrábamos todos con cuchillos en las manos, mirábamos sin energía nuestros rostros llenos de ira, de donde emanaba una cortina débil de humo, después de todo el esfuerzo acumulado por sobrevivir. Las manos nos temblaban de cansancio, la respiración había abandonado su ritmo habitual, no se sabía con exactitud qué hacer ni cómo actuar en el caso de que alguna iniciara de nuevo esta lucha a muerte, tampoco el motivo por el que estábamos allí.
De repente, comenzamos a llorar, como un niño perdido en medio de una ciudad. Mostrábamos al mundo nuestro lado más sincero, nuestra opinión sobre todo aquello que estaba sucediendo. Los cuchillos fueron sucesivamente cayéndose al suelo, ahora, sólo quedaba lamernos las heridas. Todo comenzaba de nuevo, pero esta vez, sin remordimientos.

2 comentarios:

llévamealaluna dijo...

Tú eres de Getafe? Te conozco?

Don Sandalio dijo...

No debieras conocerme, fue y es una casualidad el ir buscando blogs y comentando aquello que parece interesante.


Un saludo.