En estos últimos días, hemos asístido a una gran actividad política y social. He visto con horror el constante ataque del derecho a huelga que han propugnado contra los trabajadores. Han intentado demonizar todo esta lucha por los derechos sociales con los piquetes y los sindicatos mayoritarios (CCOO UGT) que aunque no están haciendo un buen trabajo, sin ellos todo sería peor. Han querido deshacer la huelga general convenciendo a la sociedad española de la inutilidad de la huelga, y que si iban a la huelga, automáticamente se apoyaría a estos dos sindicatos verticales (el periódico público no hizo esto). Todas estas ideas que intentaban exprimir al máximo, son absurdas.
También les gusta decir que el mensaje de la huelga era de una jerga anacrónica y ya obsoleta, pues para ellos, las palabras "clase baja" "lucha obrera" "lucha de clases" ya están obsoletas en el actual modelo neoliberal (ups, perdón, esta también es anacrónica) modelo democrático.
Lo que no les gusta decir a todos estos medios conservadores, es que la actual reforma laboral (que les sabe a poco) nos lleva directos a perder 100 años de derechos sociales y que su verdadera intención es eliminar todo el estado de bienestar que tengamos (seguridad social, jubilación) y unos sueldos para sobrevivir, para tener a los trabajadores en la palma de la mano, con una precaridad bestial, donde no sabes si al siguiente día te van a echar, donde no sabes si al ponerte enfermo te echarán.
Resulta gracioso el cinismo con el que se esconden para defender el derecho al trabajo en los días de huelga, cuando ninguno de ellos saben que es eso de trabajar... Tras los comentarios en mi entorno sobre la huelga, yo crearía un decreto ley que diera los derechos demandados a los trabajadores que secunden la huelga, y los que quieran trabajar, que se hinchen a trabajar, pero que no exijan derechos sociales.
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