martes, 2 de septiembre de 2008

Nostalgia nostálgica


Ahora entiendo mis complejos de cuando era pequeño, como la gente atacaba con el cuchillo de la acusación en la boca, con el tiempo aprendí a no prestar atención a todos aquellos que me querían dañar, a todos aquellos que la envidia o su debilidad les hace criticar para resarcirse de sus propias penurias... Recuerdo con cariño golosinas, recuerdo con añoranza jugar a las chapas, estar centrado únicamente en ganar esos torneos que sabían mejor que los sueldos que ahora gano, era gratificante, hermoso, emocionante... Aprendí que la vida es traidora y estúpida, descubrí que siempre aprendemos tarde, fuera de tiempo... Quisiera aprender a saltar a la comba, a jugar a la rayuela, creerme arqueólogo por un día haciendo excavaciones por mera intuición, soñando con encontrar algo tan valioso y antiguo como el cielo mismo, que ahora miro con los ojos entornados por las cadenas sociales. Recuerdo pasear por la feria exaltado de alegría, llenándome los ojos de algodón de azúcar y manzanas de caramelo, atracciones traicioneras que espabilaban mis sentidos, el tren de la bruja, colchonetas hinchables... Recuerdo Segovia, Oliva, Sevilla, Barcelona, Alicante, Londres, Cantabria, Cádiz, Extremadura, todas aquellas ciudades que alguna vez me ofrecieron su suelo, me ofrecieron su cultura, sus costumbres, me hicieron aprender, crecer y ayudarme a ser lo que hoy soy, por que sin duda alguna, soy yo, me siento yo, me quiero yo...

Ahora, a mis cumplidos 20 años, seguiré la luz que creo haber visto, lucharé lo que mis huesos aguanten, me cubriré de inviernos grises y de pensativa literatura.

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