Maestro y discípulo paseaban dubitativos por el frondoso bosque que les rodeaba. Discípulo, joven apasionado por el saber, comenzó diciendo:
- Maestro, verá, es que como bien sabe, soy un joven lleno de dudas y preguntas.
- Lo sé, dime.
- Es que tengo grandes problemas en sociedad, siento un rechazo generalizado por la gente, y la única opción que veo es la soledad, pues no les aguanto. En ella, veo demasiada hipocresía, mentiras, cortesía barata y una mentalidad detestable.
- Tiene que aprender una cosa joven discípulo... No podemos vivir solos ni enfrentados, la mutua relación ha de servir a todos. Está verdaderamente bien, que seas crítico con la sociedad, los hombres no somos ni seremos capaces de aguantarnos jamás, pero es imprescindible hacerlo.
* Pequeña conversación inspirada en una cita de M. Miret.
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