A menudo me replanteo si contigo me estaré equivocando, te estaré haciendo daño, por mi forma de ser, de sentir, por llenarte la cabeza de guerras que tan solo me pertenecen a mí. Aguantas mis tonterías, mis desvaríos, mis días de ira y auto-destrucción. Tú siempre ofreces la más tierna sonrisa, abrazos llenos de tranquilidad. Veo tus fotografías en soledad, y me doy cuenta de tu valor real, un valor infinito e indescifrable. Has arriesgado tu vida, tu futuro y tu dignidad por mí, y aunque no lo creas, lo valoro muchísimo. Espero y deseo (del deseo nace la infelicidad) que jamás te arrepientas de todo esto que ha ocurrido y ocurrirá. Gracias.
2 comentarios:
:)
Qué positivo suena eso..
¿Quién eres?
Es que esta entrada suena muy positiva :P
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