jueves, 7 de enero de 2010

CRÓNICA DE LAS NAVIDADES: Pensamientos y observaciones. Parte 2.


1 de Enero de 2010: Día de la tranquilidad.

Y de repente abrí los ojos, se presentaba ante mí un nuevo año, donde por la irracional ilógica de las conversaciones a menudo, debía de plantearme unos propósitos, los cuales no cumpliré en 2010. ¿Fumar? No lo hago ¿Beber? Cada día menos ¿Intentar ser mejor persona? Eso ya lo intento a diario. Llegué a la conclusión de que no tenía propósito ninguno, miré a mi alrededor, y allí estaba ella, durmiendo plácidamente aún. Desayuné, sentía tranquilidad, se levantó, hubo mimos, caricias, besos, y llegué a otro estado de tranquilidad. Jugué un rato a un videojuego, leí, dormí la siesta, me levanté, vi una película, y volví a leer, al acabar ese día, me di cuenta de que no necesitaba nada más que ese estado de sosiego constante, de comer si me apetece, de pasear si se me antoja, de tan añorada libertad. Ese día me supo dulce, como un helado de frutitas del bosque en San Vicente en pleno verano, me supo como el olor a lluvia tenue, me supo a cielo. Canté sobre mi lluvia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sin palabras...

I.