miércoles, 14 de abril de 2010

¿Decadencia de valores? ¿Acaso alguna vez existieron?


En estos últimos tiempos, vemos con gesto de horror y pena, la muerte de niños a mano de niños, las faltas de respeto a profesores y a la sociedad en conjunto. Medios conservadores, señalan una decadencia en el sistema educativo, claman contra el libertinaje que está creando el gobierno en cuestión (en este caso, PSOE, como ya sabéis, un gobierno de centro-derecha)
Por su parte, los medios más “progresistas” y afines al gobierno, ya sea por negocios o por ideología, señalan que vamos en camino de un cambio real, mientras por la puerta de atrás entran planes como el de Bolonia, el cual involucra de lleno al sector privado, en este caso a la banca, por si acaso estuvieran poco enriquecidos.

De todo ello, saco una conclusión sencilla, si bien antes “existía” el respeto hacia las personas mayores y al profesorado, no era dado a una buena educación, sino a métodos de intimidación, vendiendo el miedo para obtener de ellos, seres abotagados por la violencia, se quiere y se desea que la violencia se conozca para que resulte al menos familiar. Tales actitudes de la sociedad crea en la generación actual de padres dos corrientes muy acentuadas:

-Padres severos, que no permiten desarrollarse a su hijo, esto conlleva de nuevo, poca sinceridad en la relación padres-hijos, e intentos de adoctrinamiento, pues intenta hacer ver a su hijo que lo que él considera tradición, es simplemente, lo correcto.

-Padres demasiado mansos, que dan todo a sus hijos, pues creen que ellos no tuvieron tal oportunidad, no quieren que tengan ninguna necesidad, todo ello sin mala intención, pero es que, tal actitud sólo conlleva seres caprichosos y unas necesidades materiales que jamás sabrán saciar, y mucho menos, valorar lo que tienen. Estos padres a menudo confunden a sus hijos enseñándoles tolerancia en vez de respeto, y libertinaje en vez de libertad.

Estamos ante una educación de familias que en ocasiones no intentan ser consecuentes con lo que han traído al mundo, que su desarrollo escolar, intelectual y como ser humano no prima sobre la vida frenética que hemos creado, todo ello sólo nos trae “animales humanos” pues sólo atienden a sus instintos primarios.

Tenemos claro desde hace tiempo, que el sistema político no entiende de seres humanos, ni de humanidad ni mucho menos de justicia social, entiende de economía, de dinero, de poder. Y como tal, el sistema sólo pretende crear consumistas, que su única lucha esté basada en créditos hipotecarios o en el peor de los casos, en el tan manido estado de bienestar, osease, cosas totalmente innecesarias pero que hacen creer que son necesarias.

Todo esto se solucionaría con una educación basada en un verdadero respeto por el prójimo, empezar a tratar al dinero por como es, una simple herramienta, no un modo de vida. Olvidarnos de vivir para trabajar, para guardar, para matarnos en vida en asfixiantes trabajos. Fomentar la lectura, conseguir con ello, amplitud de miras, un verdadero progreso. Tras varias generaciones, se trataría el poder abolir las armas de todo tipo. Fomentar la palabra, pues con ella, sí que podemos llegar al entendimiento, el odio es un círculo, la paz una línea.

Va por ti maestro Don Miguel.

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