Después de ver la película Mi nombre es Harvey Milk (con una caracterización perfecta de Sean Penn) y de informarme un poco más a fondo del primer político estadounidense declarado abiertamente homosexual, y que luchó por los derechos civiles de los mismos. Él, como tantos otros personajes que lucharon por la dignidad de un colectivo marginado o que lucharon por la paz en la humanidad, acabó siendo cruelmente asesinado por otro político con grandes desequilibrios mentales.
Pero aparte del reconocimiento a este tipo de personajes como puede ser Harvey Milk, Martin Luther King o Gandhi entre otros, quiero desde mi pequeño espacio, mirar también a aquellas personas que había también junto a ellos, a tantos detenidos, a tantos heridos, a tantos muertos por la integridad de las ideas, por la dignidad de su vida y de la otras tantas personas, y que de un modo pacífico y reivindicativo han logrado mover las conciencias de un mundo deshumanizado.
En este caso del que hablaba, que es el de declararse homosexual en Estados Unidos en los años 70, con una sociedad ferozmente arraigada a la cultura católica y con un puritanismo aterrador, resultó heróico lo que estas personas lucharon por su propia dignidad.
Ahora, es nuestra hora. Va por ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario