lunes, 31 de agosto de 2009

Basado en hechos reales.


Voy a tratar de relatar hechos y noticias que lleguen a mi de forma directa o indirecta, que me hayan tocado el corazón y la sensibilidad de algún modo.
El primer caso, es sin duda el siguiente, una madre junto a su hija de cuatro años, realizaron la compra en un Carrefour, a la salida, una banda formada por cuatro hombres, arrancaron de cuajo, a la niña de las manos de la madre, trataron de secuestrar a la niña, con una frialdad y una sinrazón apabullante. Siempre tuve una extraña fijación y admiración, por la relación tan especial que se traba entre una madre y una niña, y la auténtica desesperación y pena absoluta que debió sentir la
madre al verse impotente ante tal situación, temiendo perder a su niña para siempre. Por suerte, logró hacerse oir y los agentes de seguridad acudieron rápidamente en su ayuda, y lograron evitar tal acto de maldad absoluta, todo ello unido, a que estos cuatro hijos de puta, por que no se les puede calificar de otra manera, iban con un coche robado. Esta es la verdadera tragedia humana, que llegan a vivir verdaderos inocentes de este mundo cruel.
El segundo caso, es romper una lanza a favor (nunca mejor dicho) por los anti taurinos que acuden cada año a Tordesillas (Valladolid) a protestar por el homicidio que estas fiestas comete contra los toros. La fiesta consiste en abatir a un toro con lanzas, siendo vencedor el mozo cavernícola que lo mate, logra una insignia de oro y es admirado en el pueblo. Este grupo de personas que se muestran en contra de estas fiestas (a los que doy mi apoyo) tienen que aguantar insultos, lanzamiento de objetos, por defender la libertad de expresión (ese derecho que a tantos escuece) y ejercer su derecho a mostrar su repulsa por esta violación a los derechos que todos los seres vivos tenemos a vivir, que es principalmente, nuestra función en la tierra. Su protesta consiste en la colocación de corona de flores en distintas partes del pueblo, un funeral por todos aquellos toros asesinados cruelmente, humillados y abatidos.
Una cosa es matar animales por pura nutrición, ya que va en el instinto de los animales (donde meto al ser humano) y es algo casi inevitable. Otra cosa bien distinta, es humillarle y mofarse de su condición de ser vivo desprotegido contra la marabunta de garrulos y subnormales atacando sin descanso.

Y hasta aquí llegan hoy mis noticias.

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